La leishmaniasis, el término médico utilizado para la enfermedad que provoca el parásito protozoario Leishmania, puede clasificarse por dos tipos de enfermedades en perros: una reacción cutánea (de la piel) y una reacción visceral (órgano abdominal), también conocida como fiebre negra, la forma más grave de leishmaniasis.
La infección se adquiere cuando los mosquitos transmiten los parásitos a la piel de un perro. El período de incubación desde la infección hasta los síntomas generalmente es de entre un mes y varios años. En los perros, invariablemente se propaga por todo el cuerpo a la mayoría de los órganos. La falla renal (riñón) es la causa más común de muerte, y prácticamente todos los perros infectados desarrollan enfermedad visceral o sistémica. Aproximadamente el 90 por ciento de los perros infectados también desarrolan sintomas en la piel. No hay edad, sexo o predilección racial; sin embargo, los machos son más propensos a tener una reacción visceral.
Los principales sistemas de órganos afectados son la piel, los riñones, extremidades, el hígado, los ojos y las articulaciones. Hay una marcada tendencia a la hemorragia.
Es importante notar que la leishmaniasis es una infección zoonótica, y los organismos que residen en las lesiones pueden ser transferidos a los humanos.
Síntomas y tipos
Existen dos tipos de leishmaniasis en perros: visceral y cutánea. Cada tipo afecta diferentes partes del cuerpo del perro.
Visceral: afecta los órganos de la cavidad abdominal
– Pérdida de peso severa
– Pérdida de apetito (anorexia)
– Diarrea
– Vomito
– Sangrado de nariz
– Intolerancia al ejercicio
– Hiperqueratosis: hallazgo más destacado; escamación epidérmica excesiva con engrosamiento, despigmentación (pérdida de color de la piel) y grietas en el hocico y las almohadillas de las patas
– Alopecia: pelo seco y quebradizo con caída simétrica del cabello
Los nódulos generalmente se desarrollan en la superficie de la piel
Se pueden ver nódulos y úlceras intradérmicas
Las uñas anormalmente largas o quebradizas son un hallazgo específico en algunos pacientes
Otros signos y síntomas asociados con la leishmaniasis incluyen:
– Linfadenopatía: enfermedad de los ganglios linfáticos con lesiones cutáneas en el 90 por ciento de los casos
– Adelgazamiento
– Signos de insuficiencia renal: micción excesiva, sed excesiva, vómitos posibles
– Neuralgia: trastorno de los nervios
– Dolor en las articulaciones
– Inflamación de los músculos
– Lesiones osteolíticas: un área “perforada” con pérdida ósea grave
– Fiebre con un bazo agrandado (en aproximadamente un tercio de los pacientes)
Causas
Viajar a regiones endémicas (generalmente el Mediterráneo). Recibir una transfusión de otro animal infectado también puede causar leishmaniasis.